Los
inhibidores enzimáticos son agentes moleculares que interfieren en la
catálisis, haciendo más lentas o deteniendo las reacciones. Los enzimas
catalizan, prácticamente todos los procesos celulares por lo que no es
sorprendente que los inhibidores enzimáticos se encuentren entre los agentes
farmacéuticos más importantes.
Por
ejemplo, la aspirina (acetil salicilato) inhibe el enzima que cataliza el
primer paso de la síntesis de prostaglandinas, compuestos que intervienen
en muchos procesos, algunos de los cueles producen dolor. El estudio de
los inhibidores enzimáticos también ha proporcionado información valiosa
sobre los mecanismos enzimáticos y ha ayudado a definir algunas rutas
metabólicas. Hay dos amplias clases de inhibidores enzimáticos: reversibles e
irreversibles.